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Partido Comunista Proletario Colombiano
¡Proletarios del sistema, uníos por el poder político!

PROGRAMA
PARTIDO COMUNISTA PROLETARIO COLOMBIANO
“La historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de las luchas de clases.”, 1.
Vivimos la época del proletariado revolucionario, el elemento social productor de todos los bienes materiales, de la riqueza económico-social sujeto a dominación por los burgueses que hacen uso del trabajo acumulado, del trabajo muerto como capital en forma de dinero que sirve para hacer que las mercancías circulen, de medio para ese sometimiento y explotación de la clase del proletariado mediante proceso productivo complejo y en el que la misma fuerza de trabajo del proletario está vuelta ya una mercancía a través del salario que percibe. En atención a;
que la emancipación de la clase obrera debe ser obra de la propia clase obrera. (Marx)
La clase del proletariado revolucionario puede manifestar la idea de que vive en una sociedad a la que debe llamarse proletarista y no capitalista como hasta hoy se le denomina.
El sostén del régimen esclavista de producción es el trabajo esclavo sujeto a esclavitud por el señor esclavista; el régimen “feudal” se erige en base al trabajo siervo sujeto a servidumbre por el señor propietario del feudo o modo servilista de producción y el modo o sistema “capitalista” fundado en el trabajo proletario vuelto mercancía como salario por el burgués propietario de los medios de producción social y de capital representado en dinero o trabajo acumulado que emplea en la explotación del proletariado como clase o sea modo proletarista de producción. En estos tres regímenes económicos de producción se genera la formación a su vez de las respectivas clases explotadoras y demás que pugnan por la dominación política y económica de la clase oprimida, sojuzgada: el esclavo, el siervo y el proletario.
En épocas anteriores de la sociedad se encuentran sometidos como productores directos de toda la riqueza social, de la producción de todos los bienes materiales de la sociedad a la clase de los esclavos comprados de una vez y para siempre bajo el dominio de amos o señores esclavistas; a la clase de los siervos de la gleba adscritos a la tierra de los señores feudales mediante régimen de prestación personal con la obligación de trabajar determinado tiempo en la hacienda de su señor completamente gratis a cambio de trabajar para sí en la parcela que el amo se lo permitía y hoy en esta época quienes juegan este papel histórico es la clase del proletariado que ya no pertenece a un solo dueño sino a todos los señores burgueses juntos; esto viene haciéndose realidad desde hace alrededor de cinco mil años notándose cambios en la manera en que opera la explotación de un hombre por otro en cada formación histórica. Pero para poder someter en cada una de esas épocas a estas clases productoras durante todo este tiempo ha sido necesario por parte de las clases explotadoras y opresoras hacer uso, recurrir a la organización de una fuerza coercitiva extraeconómica colocada por encima de la sociedad y opuesta a ella; esta fuerza surgió y es el Estado. Siendo en todo este tiempo la base de la producción social de la sociedad dichas clases sometidas a explotación y opresión violenta debemos llamar por analogía lo que hoy se comprende como “capitalismo” la época del proletariado o proletarismo por el trabajo productivo de esta clase vuelta por los propietarios de dinero toda una mercancía que crea más mercancías por encima de su costo mediante el salario a la que el burgués esquilma, como en el esclavismo lo hace el esclavista y en el servilismo cuando los siervos son explotados en los feudos de propiedad del señor como dueño de la tierra:
(esclavismo, servilismo, proletarismo;
esclavitud, servitud, proletud;
esclavización, servilización, proletarización;
esclavizar, servilizar, proletarizar).
Al hacer reconocimiento así de esta forma -al relevar al proletariado en la sociedad como productor directo de bienes materiales de la sociedad sometido a explotación por la clase burguesa engrandece su tipo de sociedad: la proletarista- de estas categorías económicas proyectamos consecuentemente la supra estructura política correspondiente para la lucha ideológica del materialismo dialéctico e histórico contra el idealismo filosófico y sus manifestaciones sectarias, dogmáticas y cófrades como también el impulso, formación y consolidación del Estado comunista proletario vencedor en la lucha contra la burguesía.
Cuando hoy en día, con el gigantesco aumento de los medios de producción se hace más social la producción, por un lado crece el número de los proletarios asalariados y por el otro se reduce el número de los dueños de estos medios hasta tal punto que se concentran en unas pocas manos la casi totalidad de la riqueza social material producida en el orbe.
La industria de amplio dominio del proletariado como medio de producción ya no se instala en un solo sitio del planeta ahora es trasladada de un lugar a otro por el burgués como de su propiedad traspasando fronteras allí donde encuentra mejores condiciones para su desempeño. La relación social proletarista está completamente difundida en el mundo y no se encuentra lugar alguno en donde no se manifieste.
Aparejado con este proceso se desarrolla y crece en número los proletarios con un alto nivel técnico y capacidad de comprensión de los fenómenos naturales y sociales, capaces de mover el complejo andamiaje de la sociedad cada vez más sofisticada social y tecnológicamente.
A pesar de esta descomunal producción, del desarrollo de las fuerzas productivas y la readecuación de las estructuras del sistema económico la relación social entra en crisis periódicas que se hacen más profundas, hasta tal punto que hoy en día estas relaciones están poniendo en peligro la existencia de la humanidad. Las relaciones proletaristas y la forma de apropiación privada del producto social por la clase de los burgueses se convierten en obstáculos para el desarrollo de las fuerzas productivas.
Riqueza y miseria, antípoda la una de la otra, han recorrido un largo trecho histórico y es la realidad actual; es lo que amenaza convertir a la mayoría de la población del mundo, si no se lo advierte, en esclavos perpetuos. La riqueza se sustenta en la miseria, hay mucha pobreza porque hay demasiada riqueza. Estos dos elementos de la contradicción del sistema se condicionan mutuamente y desencadena en el pensamiento de los seres humanos la errónea idea de la perenne, fatal y resignada existencia del régimen imperante. Se produce tanto y en tales proporciones que resulta imposible resolver las necesidades de la población por las relaciones sociales que imperan entre los hombres.
No hay equívocos en afirmar que la explotación de la clase del proletariado existe en todos los continentes cerrando un enorme ciclo de crisis y que masas gigantescas de productos industriales están concentrados en minorías sociales burguesas por lo que yace latente la posibilidad de arrastrar el movimiento social liberador en dirección a plantear con más radicalidad y energía que antes la expropiación de la propiedad burguesa y establecer la sociedad comunista sin ambages. El comunismo hace crujir y temblar, conmueve, remueve, socaba los cimientos de la sociedad de explotación de clase y sigue tratando de manera inexorable de posesionarse sobre toda la producción social y presiona ininterrumpidamente la conciencia de los hombres exigiéndoles que den el salto hacia esta nueva sociedad.
La competencia económica entre países en medio de la crisis del sistema proletarista causa estragos y la manifestación política y militar se da como algo desastroso y adquieren mayor crudeza y agudeza las inminentes confrontaciones internacionales por el “espacio vital” y la ampliación de las “esferas de influencia” hoy con el esquema de la “economía social de mercado”, y el “neoliberalismo”, sostenido con la teoría del “compromiso social”, la “democracia participativa”, “la dictadura democrática popular”, el “socialismo democrático”, el “socialismo humanista”, la “tercera vía”, “outsiders”, la “revolución democrática”; las reformas , que están dirigidas a que se eternice la explotación asalariada. Esto demuestra que la burguesía pierde el control sobre los medios y fuerzas productivas, mostrándola decrépita, vetusta, decadente, lo que hace necesario animar al proletariado para que lleve a cabo la revolución comunista proletaria en todos los países, teniendo en cuenta que el sistema proletarista se hundirá irremisible y vivirá su evanescencia de manera simultánea por todo el mundo dada su mundialización e interrelación.
Se ha experimentado un proceso de reestructuración en las formas de producir dentro de las relaciones sociales de producción, como formas de trabajo que han predominado. Se han hecho esfuerzos en introducir formas diferentes de organizar la producción en ciertas ramas productivas y lugares del mundo, tratándose de implantar como paradigmas de la producción. Las grandes fábricas establecen filiales en diversos lugares y pequeñas empresas contribuyen a la producción de sus mercancías. Así se conforman empresas que realizan parte del proceso productivo y las maneras de organizar la producción y de contratar cambian. Hubo un desplazamiento de parte de la producción de los países altamente desarrollados hacia países con bajo desarrollo económico y social. Algunas empresas desarrollan su producción a través de pequeños talleres y microempresas familiares, aumentando el trabajo a domicilio y a destajo y se vuelve común el trabajo desde la casa con el apoyo de los avances tecnológicos. Estas nuevas formas para la producción y la contratación laboral se dirigen a acentuar la extracción de plusvalía relativa ya que aumenta la productividad en la medida en que el proletario debe atender a varias actividades y responder a un estándar de productividad para aumentar sus ingresos. Al aumento de una aplicación tecnológica sofisticada, el control sobre la fuerza de trabajo se hizo más milimétrico. El desarrollo técnico está íntimamente ligado con el proceso de acumulación y extracción de plusvalía. Acompaña a este proceso la flexibilización, agente ideológico, instrumento para la desregularización y dar vía a la libertad empresarial, al desarrollo del proletarismo sin barreras, instaurando formas salvajes de explotación en los países con bajo desarrollo productivo, caso ejemplarizante lo que ha sucedido en países como China, México, etc. Todos estos refuerzos y readecuaciones que están relacionadas con la introducción de nuevas tecnologías, la implementación de formas flexibles de producción, la descentralización productiva y la eliminación de las conquistas logradas a través de la lucha proletaria corresponden al largo proceso de reestructuración de los medios de cambio y circulación mercantil, cuyo propósito es aumentar hasta lo infinito la explotación y controlar, desestructurar, despolitizar y desorganizar a los proletarios. Pero en razón de las propias leyes del sistema actual la fuerza de trabajo como única generadora de riqueza seguirá ocupando el papel central en esta sociedad y de la cual dependerá su futuro y progreso y que con la fuerza inexorable de un proceso natural en un futuro próximo enterrará a sus explotadores burgueses.
El medio circulante financiero constituye la punta de lanza del modo como se produce en el mundo. Está aquí y allá al instante pues acude a donde vea acrecentada su rentabilidad en acciones especulativas. Para ello se ha organizado un sistema financiero mundial que favorece el desplazamiento de estos abundantes medios. Se han presentado crisis financieras una tras otra, pero la siguiente más profunda que las anteriores lo que demuestra la declinación del régimen de explotación como sistema de producción y el fracaso de lo que se ha solido llamar globalización. Las burguesías centrales de los países proletaristas más poderosos se desplazaron hacia los negocios especulativos, financieros, como fusión de la banca y la industria, desarrollando complejas interrelaciones que buscan los rendimientos rápidos. El medio circulante financiero se tomó los grandes negocios globales, determinando su rumbo, y buscando la especulación y la rentabilidad rápida de estos medios en jugadas financieras que ayudaron a desequilibrar la economía global. La crisis de superproducción que marca el desarrollo dinámico del proletarismo compone el movimiento del proceso depredador-parasitario que lleva inevitablemente a una crisis en el tiempo de destrucción de su capacidad productiva. Se manifiesta la descomposición del sistema a través de las crisis financieras, monetarias, bursátiles. La especulación financiera no es extraña al modo de producción proletarista, es de la misma naturaleza; la supervivencia del régimen exige que los burgueses acaparen inmensurables medios de producción y con relación a estos es un fenómeno secundario, una burbuja que se convierte peligrosa para el mismo sistema. Para el burgués lo importante es la acumulación de ganancias y en este sentido el dinero es lo que más se puede multiplicar. Son los monopolios y sus inmensos capitales los únicos que tienen los medios para practicar la especulación, por medios simples se burlan de las fronteras entre Estados proletaristas y hacen pasar con extrema facilidad sus medios circulantes de una moneda a otra, lo que muestra el carácter parasitario del capital financiero y los monopolios que priva a los países de una parte de sus medios circulantes útiles. Cuando el medio circulante se ha reproducido mucho a tal punto de que baja la tasa de ganancia media, los capitales se lanzan en especulaciones apasionadas, en nuevas aventuras con objeto de asegurar súper ganancias, independiente de la media general.
Los Estados proletaristas que no ejercen dominio político y económico sobre los demás han dejado espacios a levantamientos populares y a procesos electorales que han llevado a la instauración de gobiernos progresistas de caris nacionalista pero inconsistentes, incongruentes e incoherentes. Se da un resurgimiento de las ideas económicas de doctrinas económicas utilizadas en el pasado, así vuelven las teorías keynesianas, buscando de nuevo el inexistente Estado regulador y ante el fracaso de las políticas económicas neoliberales implantadas en esos países. Caso ejemplarizante es América Latina, laboratorio de los intentos de la burguesía de superación de su crisis sistémica. Pero desde el punto de vista de los intereses económicos dominantes en la región muy poco ha cambiado y se desarrollan las mismas relaciones proletaristas que han profundizado la crisis social, la concentración de ingresos y el empobrecimiento masivo continúa su camino. En Colombia, igual que en el resto del mundo dominan y se desarrollan las relaciones proletaristas, con sus consecuencias. Integrada en la dinámica burguesa, con supremacía del medio circulante financiero, desarrolla una economía proletarista tanto en la ciudad como en el campo. Toda la red social está mediada y condicionada por las relaciones proletaristas. La existencia de un proletariado numeroso y capacitado lo puede poner a la vanguardia de los futuros cambios hacia una sociedad comunista, por su posición dentro de la producción y generadora de riqueza social. De otro lado existe una burguesía, aliada con la burguesía transnacional, que se adecua a la realidad de la mundialización del medio circulante, compartiendo intereses comunes. Esta burguesía ha utilizado todos los medios a su alcance para expoliar cada vez más a la fuerza de trabajo mediante políticas de corte neoliberal y la introducción de formas de producción y contratación, como forma de ataque en contra de la organización y avance político del proletariado. Se ha ido configurado una sociedad proletarista definida.
La concentración de la riqueza y del ingreso en Colombia refleja con claridad la contradicción inherente al proletarismo, pues por el otro lado los proletarios y trabajadores en general que constituyen la mayoría de la población sufren la miseria y la pobreza.
El poder del Estado proletarista está subordinado a la clase burguesa que impone su dictadura contra la fuerza del trabajo y toda la población, manteniendo las condiciones para la reproducción de las relaciones proletaristas mediante un régimen político que marca la pauta para recomponer su legitimidad mediante periódicas elecciones que mantienen a la burguesía en el poder a través de sus partidos políticos y con la fuerza del aparato armado del Estado, que actúa utilizando formas de coerción legal y extralegal y del terrorismo de Estado.
El problema de la abstención electoral que abarca un espacio grande en el panorama nacional aparejado con la confrontación de más de cincuenta años y tal cual hecho exterior empuja a la clase burguesa y terratenientes en unión a la pequeña burguesía a formar y trabajar coincidencias que les permitan no desdibujar el monopolio del poder que han ostentado durante tantos periodos presidencialistas.
Las tensiones y choques producto de la guerra civil que se vive en Colombia han inhibido la iniciativa y el despliegue en toda su magnitud de la actividad de las masas proletarias despojándola de su accionar movilizador y cercenándole la dialéctica de generar condiciones para la liberación social y económica. Esta situación más la guerra que mantiene el establecimiento y la desarticulación de las organizaciones sociales interrumpen e impiden además la configuración de una real alternativa de poder proletario que se proponga la conquista del poder político para instaurar el comunismo.
Hoy se vuelve con el problema de la solución política del conflicto armado y se entablan diálogos en una mesa de negociación entre las guerrillas y el Estado proletarista colombiano, sin que se vislumbre una clara resolución del problema económico y social a favor del proletariado y de toda la mayoría de la población pobre de Colombia. Lo único que se proyecta es la idea de otro pacto social, como reconciliación de clases y dejar incólume el régimen asalariado y las relaciones de explotación tal como están con la propuesta de la inclusión social. Quizá otra frustración para los oprimidos de Colombia. Es propósito de la burguesía ampliar la influencia del medio circulante en todo el territorio, permitiéndole mejores condiciones, de mayor tranquilidad y rentabilidad para su inversión, fundamentalmente en la explotación de los recursos naturales.
Dada la presencia del sistema proletarista, con sus relaciones sociales en Colombia y en todo el mundo, que trae aparejado la más despiadada explotación del hombre por el hombre y la causa de la miseria y pobreza de la población mundial el Partido Comunista Proletario Colombiano tiene como objetivo supremo e inmediato contra la eternización de la transición materializar el comunismo como forma de organización superior de la sociedad en la que dominen los proletarios como fuerza de trabajo social creadora de riqueza y de cultura y de manera tal que adquiera esta riqueza social producida solo quien realiza trabajo productivo social legitimando desde luego las futuras leyes comunistas.
Se requiere para construir la sociedad comunista la toma del poder político por parte de los comunistas proletarios sometiendo a los explotadores burgueses e instaurando la dominación política del comunismo proletario para permitir que se desplieguen las condiciones de desarrollo del comunismo. Buscando siempre la supresión de las fronteras nacionales y desarrollando el internacionalismo proletario hasta lograr la extinción del Estado como aparato de dominación que restringe la libertad; la extinción de las clases sociales; la transformación de la propiedad privada sobre los medios de producción en manos de la burguesía en patrimonio de la sociedad y dirigida por el proletariado; la apropiación social de la riqueza; y la terminación de las relaciones mercantiles entre los hombres.
Para lograr el comunismo el Partido Comunista Proletario Colombiano se constituirá en un partido que orienta y dirige la revolución comunista de los proletarios para que estos tomen el poder político del Estado para desplegar la actividad comunista, instauren la dominación política y realicen en primera instancia dentro del programa general como forma transitoria de sociedad;
1.La nacionalización de la tierra, los bancos y corporaciones financieras, la industria, la energía, el transporte, las comunicaciones, la educación, la salud.
2. La expropiación de la propiedad burguesa y la liquidación de su dominación política de tal manera que la burguesía sea conducida implacablemente al mundo del trabajo productivo y logre así su sustento a través del trabajo físico e intelectual.
3. La institución de una especie de salario único integral para toda la población con capacidad productiva de la sociedad durante un período de tiempo determinado en la ley y la apropiación de la plusvalía por el Estado comunista proletario de manera que en lo sucesivo regule gradualmente su distribución.
4. La creación de un órgano de diputados proletarios que funcione como legislativo, ejecutivo y judicial. El nuevo Estado será de gobierno revolucionario del proletariado, con órganos elegidos por los productores directos. El control social proletario garantizará la eficiente y eficaz labor del Estado.
5. La conformación de una milicia armada como comité punitivo social para el control de la disciplina del trabajo productivo. Supresión de las actuales fuerzas militares y formación de órganos del pueblo en armas con supeditación del orden jerárquico a los proletarios.
Y se prosiga con;
6. No se reconocerá la propiedad privada sobre los medios de producción.
7. Se promoverá el internacionalismo proletario, derribando las fronteras y todo nacionalismo en su lucha contra la dominación burguesa en el mundo.
8. La implantación de la propiedad social sobre los medios de producción.
9. Supresión del derecho burgués y aplicación de normas comunistas.
10. Obligación de trabajar para todos, formándose ejércitos industriales para la producción y acumulación de riqueza comunista.
11. Acelerada industrialización mediante la creación de estaciones productivas gestionadas y gobernadas por los proletarios.
12. Eliminación paulatina de las relaciones mercantiles, de tal manera que el intercambio por intermediación del dinero gradualmente pierda uso.
13. De cada cual según sus capacidades a cada cual según sus necesidades.
14.Planificación económica centralizada con participación decisiva de los proletarios de las estaciones productivas.
15. Garantizar formas complejas y eficaces de resolver los aspectos de la salud, la educación, la vivienda y otras manifestaciones de las necesidades vitales de la sociedad humana.
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1. -Manifiesto del Partido Comunista, C. Marx y F. Engels, Londres, 1848
