Se vislumbra un nuevo derrotero para el proletariado colombiano; la posibilidad de discernir, debatir y definir junto a los demás trabajadores asalariados sobre la vía y la dirección que debe seguir la república de Colombia en materia político económica y ejercer influencia sobre las reivindicaciones de carácter social factibles al desarrollo de relaciones de clase que tiendan a la liquidación y supresión del modo de producción actual en que la burguesía proletarista y los terratenientes se imponen en todos los ámbitos de la vida social y económica. Esta estimación tiene profundas raíces económicas y se sustenta en la práctica y en el movimiento de masas que se acumuló en décadas de acciones revolucionarias, lucha popular, lucha insurgente, levantamientos estudiantiles, paros cívicos y protestas como evolución de la necesidad de cambios realmente profundos de cariz revolucionario.

  Es tiempo para que el proletariado independiente meta mano en la política y la orientación de los sucesos político sociales en ebullición y deje de ser sujeto pasivo en la arena nacional.

     Los terratenientes ya no tienen la misma capacidad de mantener sus privilegios y monopolio de la tierra en el campo como antes por el desarrollo de las relaciones burguesas y la técnica avanzada como de los medios de transporte de hoy implementados en la producción agrícola y pecuaria. Afluye a las ciudades mayor producción hoy que antes a raíz de que se destraban consecuentemente las relaciones servilistas de la producción de latifundios feudales.

   En el supuesto de que dos millones y medio de proletarios produzcan todos los bienes materiales, la riqueza social en el suelo colombiano junto a un número igual de otros asalariados que los circundan y secundan en varias labores y tareas complementarias; un PIB de $1,572 billones. Y circunscribiéndonos al promedio de $1.500,000= mensuales suministrado a cada asalariado de estos en el mejor de los casos que a los cinco millones se les otorgue la creación del producto interno bruto a este precio de la fuerza de trabajo les corresponde tan solo $90 billones anuales, es decir un 5.7% del PIB.  $1,572 billones ─ $90 billones = $1,482 billones ─cifras generadoras de violencia como lucha política de clases─ que van a irrigar los canales circulatorios de la producción de mercancías y pasan a constituir los ingresos de los demás miembros del “pueblo” colombiano. ─¿Cómo es esta distribución? No la ofrecemos aquí, debe ser tratado como tarea de la constituyente comunista proletaria. ¿Cuánta plusvalía sustraída y apropiada gratuitamente por el burgués?─  Entre todos ellos por igual ─¿cuarenta y cinco millones de habitantes?─ sería promediando para cada uno, $32.9 millones anuales, $2.7 millones mensuales; (los proletarios y demás asalariados estarían percibiendo el 54.7% de esta cifra igualitaria); pero todo esto en la práctica no es así. Más de $43.4 millones mensuales sí le ingresan a cada congresista mientras a los mayores de ochenta años $225.000 por mes les esta asignado, ¡tan solo el 0,5% de ese sueldo! Y entre todos estos abuelos recibirán anualmente el 0,08% del PIB. A 500 mil abuelos mayores de 80 años se les asigna 1.35 billones anuales y a 295 congresistas ¡$153,7 mil millones anuales! Mientras a su vez el pobre viejecito Sarmiento Angulo, este bribón, hace lo propio arrastrando de esto mismo consigo, siendo probable que la cifra se sitúe por encima de una no despreciable bolsa de ¡$45 billones! El 50% de lo que perciben los 5 millones de asalariados. ¿Dónde se ubica la pobreza efectiva en éste cuadro? En los 5 millones de asalariados productores de la riqueza que tienen que afrontar todos los impactos económicos: carestía por aumento de precios de mercancías entre ello la canasta familiar, de las tarifas del transporte, de los servicios públicos, la pérdida adquisitiva del salario por la elevación de la productividad, la disminución de los subsidios etc., los efectos e impacto de las reformas tributarias y demás reformas de los aparatos del Estado, mejoras introducidas en ellos.

     Como se ve a simple vista los burgueses propietarios de capital no se han enriquecido en calidad de proletarios al contrario sin los proletarios no hubiesen podido elevarse a poseedores o dueños de los medios de producción y a dominar política y económicamente a la sociedad. Con todo esto aparece en escena un paladín de la democracia burguesa, con el apellido del libertador, ubicado en el aparato “prosperidad Social” con el acicate de las Pyme y el cuento de las cooperativas profetizando “salir de la pobreza a través del trabajo” sembrando “semilla” o crédito de “emprendimiento” o más bien reproduciendo sistema burgués proletarista de producción, reproduciendo pobreza y miseria en un extremo y opulencia y bienestar en el otro. Semejante perla ni él mismo se la cree porque sabido es que el dinero no se levanta a pegar un ladrillo.

     La burguesía naciente en los criollos traía consigo el pensamiento de una constitución política; el proletariado con siete siglos de existencia es bueno ya que piense en su propia constitución política como clase beligerante y productora de todos los bienes materiales de la sociedad, de toda la riqueza social.